jueves, 22 de febrero de 2007

Las sillas son para sentarse


Comenta Óscar Tusquets, en su libro Más que discutible, que cuando le preguntan – como diseñador que es – sobre si la estética debe primar a la función en el diseño de objetos, él siempre responde que esta disyuntiva no existe, que en un objeto útil la estética es indisociable de su uso.
Traigo las palabras de Tusquets a propósito de la exposición que la Fundación Barrié de la Maza ha traído a Galicia desde septiembre del pasado 2006, Diseño Escandinavo. Más allá del mito. Todo tipo de objetos desde aspiradores a cubiertos, pasando por vestimentas y lámparas. Y sillas, claro. Con Verner Panton como representante de la sencillez que caracteriza a este diseño.
Hace unos años ya pasó por la Barrié una retrospectiva de este diseñador. Si algo me gustó de aquella exposición es que uno podía sentarse en un mueble Panton y entender el diseño. Los asientos con curvas psicodélicas que uno no es capaz de imaginar adaptadas a su anatomía hasta que se sienta y descubre el trabajo del diseñador. Decir que una silla es bonita sin sentarse en ella es menospreciar el trabajo de la mente que la proyectó. Y está muy cerca de ese esnobismo que puebla las fundaciones, galerías y demás instituciones… En la silla hay que sentarse, la cuchara hay que tomarla en la mano y un salero tiene que dosificar la sal correctamente. Si no, sólo son objetos decorativos.
Las sillas de Panton se siguen fabricando, a un precio ridículo – para los presupuestos de una de estas fundaciones –, por qué no comprar unas cuantas en vez de mostrar una intocable como si fuera una tela de Velázquez. La idea del original es contraria al diseño industrial. Utilicemos los objetos, si no una exposición no es más que un libro. Un catálogo con bonitas fotos.
Por suerte, para esta muestra han recuperado una habitación Panton (un Phantasy Landscape, en la foto), un conjunto de formas y colores que elevan el concepto de tumbarse a descansar a la categoría de arte.

Y es que Panton entendió la idea de la siesta como si hubiera nacido en el Mediterráneo.

2 comentarios:

pinar dijo...

Hacia tiempo que no veía tu blog. He visto que has escrito algunas cosas, al contrario que yo, que lo tengo un poquito abandonado. Ya me inspiraré.

Sólo decirte que me ha gustado mucho este post. Siempre me he sentido un poco enlatado cuando voy a un museo. Aquí estás tu y al otro lado está el arte. Me parecía poco "natural". El arte no es algo ajeno a nosotros, es parte de lo que hacemos, y así creo que hay que entenderlo. Y efectivamente, no puedes entender una silla sino te sientas en ella.

Colectivo Mamífero VeRsUs dijo...

Si en cuestiones de arte te sientes así, en diseño, que está pensado para usarse... imagínate.